martes, 20 de marzo de 2012

Escuelas aceleradas

Las escuelas aceleradas no se enfocan en las deficiencias de los alumnos sino en sus potenciales, posibilidades y capacidades. Estas escuelas tratan de cambiar la idea y cultura de educación, confiando en que niños que provienen de situaciones desventajosas puedan conseguir los mismos objetivos que los no desventajados: acabar la primaria y optar por la secundaria. Es una educación global fundamentada en que todos pueden aprender y mejorar y con todos se puede trabajar desapareciendo,  así por fin,  la etiqueta de “niños perdidos”.

El fundador de este proyecto fue Henry Levin, partiendo de la idea de que, la causa del fracaso escolar, no proviene del niño sino de la escuela. En 1986, se crearon dos escuelas piloto en San Francisco, en las que se implantaba este tipo de educación. La característica más relevante es que los estudiantes, las familias, los profesores y la Administración deben formar una comunidad educativa concienciada en ir en la misma línea y convertirse en una organización única. Sólo con el trabajo en equipo podrá conseguirse el objetivo propuesto.

Las escuelas aceleradas, aceleran, válgase la redundancia, los aprendizajes de los alumnos, para que consigan el nivel necesario mediante recursos, motivación y estrategias metodológicas que incentiven el interés de ellos, por tanto, afectaran al currículum de cada uno.

Los principios de esta ideología de educación son:
  1. Trabajar juntos y con un mismo objetivo. Esta idea es básica. Esfuerzos de profesores, alumnos, padres, director, administradores… deben conjugarse en un esfuerzo común para alcanzar las metas programadas.
  2. Participar en las decisiones con responsabilidad. La participación de todos en las decisiones importantes del centro, hace que se evite el culparse los unos a los otros ante los problemas que se produzcan en una escuela. Cada agente deberá ser responsable en sus decisiones además de compartirlas con los demás.
  3. Construir la escuela compartiendo y utilizando los recursos de la comunidad. Las escuelas aceleradas se aprovechan de las cualidades que pueden aportar los alumnos, las familias, los docentes, el entorno cultural, social y económico a la escuela, en lugar de ignorarlos como suelen hacer las escuelas convencionales.
    Estos tres principios se concretan con valores como comunicación, colaboración, participación, igualdad, respeto, tolerancia, trabajo en equipo, confianza…

    El modo de trabajar en una escuela acelerada requerirá una enseñanza cooperativa, una enseñanza individualizada a los alumnos, trabajar por proyectos, utilizar las nuevas tecnologías en el aula y grupos heterogéneos. En definitiva, una enseñanza activa.

         Para mí, no deja de ser un sistema ilusionista e imaginario en nuestro país. Creo que el futuro que nos espera es bastante negro para poder aplicar este método y aún más por la época que estamos viviendo con los recortes e injusticias en educación. Es verdad que coinciden muchos aspectos con la educación nuestra actual como por ejemplo, querer disminuir el fracaso escolar, educar en valores, subir el nivel… pero la apuesta de los partidos políticos ante la educación no va a estar dirigida hacia este sector, sino que va a seguir pensando en los alumnos que se encuentren en una situación de “normalidad”, es decir, en los que pertenezcan a familias de nivel medio-alto. Nunca van a facilitar los recursos económicos y materiales necesarios a un sector segregado y bastante olvidado por la sociedad. Es la ley del más fuerte y en el tema de la educación, está claro que pierden. Las escuelas aceleradas en España, son una verdadera utopía.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario